lunes, 7 de septiembre de 2009

Cruyff habla...


El fichaje del delantero sueco no es un simple cambio de cromos. Supone modificar las dinámicas de un equipo tricampeón para integrar al jugador. Y ello acarrea una mayor motivación para todos. Era lo que quería Pep.

Temer lo peor es muy culé. Da igual si vienes de ganar lo que has ganado y cómo lo has hecho. Ciclo nuevo, temores nuevos. O no tanto. Uno ya existía hace un año: la plantilla es corta. El otro es vaticinar, a 7 de septiembre, que Ibrahimovic lo hará peor que Etoo. Y el último es el más viejo de todos: fijarse en el Madrid. A falta de tres partidos para que la mayoría de los equipos nacionales sepan si irán o no al Mundial, no deja de llamar la atención que dos de los referentes mundiales se puedan quedar fuera: Leo Messi yCristiano Ronaldo.

Portugal depende ya de terceros. Argentina, al menos, depende de sí misma. Ambos casos demuestran una vez más una cosa: que el fútbol es un juego de equipo. Y que en función de cómo juega tu equipo, qué estilo tiene y la gente que lo compone, uno brilla más o menos. El problema de Argentina no es Messi. Su problema es que su estilo nada tiene que ver con el del Barça y que los jugadores con los que se asociaMessi con una y otra camiseta nada tienen que ver.

Cristiano Ronaldo tampoco se escapa de esta realidad. A nivel de club, el Madrid no es el Manchester United, ni por forma de jugar ni por confección de la plantilla. Por tanto, está por ver el grado de adaptación del portugués a su nueva casa. Dicho de otra manera, Messi puede jugar en cualquier equipo del mundo, faltaría más, pero con absoluta seguridad no tendría el mismo rendimiento que en el Barça. Y Cristiano Ronaldo puede jugar en cualquier equipo del mundo, faltaría más, pero no en todos los equipos del mundo será determinante.

Mayor polivalencia
Es la simple constatación de que lo que cuenta no es tanto el individuo, por muy bueno que sea, sino el equipo en el que juega. Su sello, su estilo y los elementos que lo forman son los que dan el empujón hacia arriba o hacia abajo. Este hecho me lleva a pensar que el Barça e Ibrahimovic se retroalimentarán. Porque el sueco amplía las opciones tácticas del equipo y porque el conjunto mantiene a sus elementos clave y su sello tan distinto de los demás. Futbolísticamente solo hay una escuadra que se le parece: la selección española.

Aún así, el Barça estaba obligado a reinventarse en cierta manera. Hace tres años no se hizo tras ganar la Liga y la Champions en París. Tras el triplete, lección aprendida. Tocaba cambiar algo, tocaba tomar alguna decisión para mantener no solo el espíritu exhibido, sino una decisión con la que trabajar en lo futbolístico. Y que implicase a muchos. El fichaje del sueco arrastra al equipo, portero incluido. Valdés tiene un recurso nuevo: balón en largo para que Ibra se busque la vida. Y lo mismo los defensas. Y no digamos los centrocampistas y los compañeros de ataque.

Aprender a asociarse con el nuevo 9, conocerle y conocerse, implica que todos tendrán que estar muy atentos y muy despiertos porque ya no valen los mismos automatismos de la temporada pasada. Lo que ahora parece evidente con el cambio de Ibrahimovic por Etoo, Guardiola ya lo buscó y lo encontró la temporada pasada. Me refiero a esa tecla, ese giro en la pizarra que, siendo tú mismo, te da una variante nueva. Lo hizo en el Bernabéu y lo repitió en la final de Roma. Desplazó al camerunés a la derecha y Messi pasó a actuar de falso delantero centro, asociándose de maravilla con los aún más cercanos Xavi e Iniesta.

Más posibilidades
Con Ibrahimovic, las variantes con las que trabajar se multiplican. Por técnica, puede salir a recibir y tocar en corto; por físico, puede pelear en largo; por estatura, debería de verse incrementada la cifra de centros en jugada. Por físico, técnica y estatura, su sola presencia fija la marca de uno o incluso dos marcadores. En los córneres, este efecto imán libera a otro compañero. Lo comprobamos el otro día ante el Sporting. Los defensores estaban tan atentos, tan temerosos del juego de cabeza del sueco, que Keita se puso las botas. En función de cómo se mueva y de dónde arrastre a su marcador o marcadores, en función de dónde recibe, de cómo la suelte, de si encara o no, aparecerán más o menos espacios para sus socios en ataque.

Motivación extra
La cuestión no estriba en si Ibrahimovic marcará más o menos goles que Etooporque estamos ante futbolistas distintos. Tuvo mala suerte al llegar lesionado en una mano. Un problema menor. La forma física la cogerá muy pronto. La cuestión estriba en cómo recortar los plazos de adaptación. Y ahí todos han de multiplicar esfuerzos, no solo el recién llegado. Para lo que para muchos ahora es un problema, que no está sincronizado con el equipo, para mi es excitante. El tipo es tan distinto a Etoo que, en cierto modo, toca empezar casi de cero. Y así, todos atentos. Máxima atención. Tras ganarlo todo, es lo que quería Guardiola.

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